Nos introducimos hoy en una palmera conocida popularmente como coco plumoso, cocotero, palmera reina, palma de la reina, palma del monte o pindó. Científicamente su nombre es Arecastrum o Syagrus romanzoffianum, y antes con los sinónimos Coco plumosa y Cocos romanzoffianum. Pertenece a la familia Arecaceae.
Se trata de una palmera originaria del Sur de Brasil, Argentina y Bolivia. Su nombre está dedicado al príncipe ruso Nicolás Romanzoff, quien financió una expedición alrededor del mundo en el siglo XIX. Las Arecastrum romanzoffianum son palmeras ideales como ejemplares aislados, para formar grupos y plantados en alineaciones en las avenidas dan una gran categoría.
Características del Arecastrum romanzoffianum
Es una palmera de tronco muy liso (en los ejemplares adultos), grisáceo y con las cicatrices foliares claramente dibujadas, pero generalmente poco o nada protuberantes. El tronco suele alcanzar en nuestros jardines hasta unos doce o quince metros de altura y de treinta a sesenta cm de diámetro. La base puede ser más ancha que el resto, y a veces se presentan ligeros ensanchamientos a diversas alturas.
Las hojas (palmas) pinnadas de hasta unos cinco o seis metros de largo, parecen plumas desflecadas, a lo cual se debía su desusado nombre de Cocos plumosa, hoy anticuado pero muy usado por jardineros y viveristas debido a lo dificultoso de su nombre actual.
Una de las características que le da ese aspecto ornamental, son sus hojas (palmas) con el aspecto plumoso, debido a que los numerosos foliolos de cada hoja se insertan a cada lado del raquis en varias filas, y además están agrupados por pares, tríos y hasta en grupitos, cada cual en una dirección distinta, y se doblan y cuelgan desde la mitad de su longitud más o menos. Los peciolos presentan fibras en sus márgenes y entre sus vainas destacan abundantes fibras entrelazadas.
Es una especie monoica, con los dos sexos en una misma planta. Tiene el ápice agudo. Florece en verano y fructifica hacia finales de este o comienzos del otoño. Los espádices son llamativos, muy ramificados y de hasta unos dos metros de largo con flores amarillas y después frutos verdes de hasta tres cm. que parecen aceitunas, que se van volviendo amarillentos o anaranjados. El espádice está protegido al principio por una espata leñosa, recta y erguida, de hasta metro y medio de largo aproximadamente, con forma de piragua, y que a veces permanece en alto como una espada incluso cuando el racimo de frutos cuelga ya debido a su peso.
Cuidados del Arecastrum romanzoffianum
Ubicación: Vive bien en zonas costeras cálidas. De joven aguanta el sol, aunque le puede convenir algo de sombra, y de adulta vive perfectamente a pleno sol, pero también resiste la sombra. En patios y terrazas puede cultivarse en maceta donde queda muy elegante. Aunque no es de las palmeras más adecuadas para interiores, sus ejemplares jóvenes pueden adaptarse a ello siempre que se les reserve un lugar muy bien iluminado y se le prodiguen los oportunos cuidados.
Temperatura: Resiste heladas de hasta 8ºC bajo cero y aguanta bien el viento del mar.
Suelo: Se adapta a muy diversos tipos de suelo; pero, por supuesto, vegeta mucho mejor en un suelo bien drenado rico en materia orgánica.
Riego: Le convienen riegos abundantes durante el verano.
Abono: La abonaremos en verano dos veces al mes con un fertilizante complejo tipo 10-10-10. Si el suelo es calizo o pobre le aportaremos microelementos de Hierro y Manganeso en especial para que no amarillee (clorosis).
Trasplante: Resiste bien el trasplante con cualquier tamaño.
Poda: La poda en las palmeras se realiza principalmente por razones de estética y seguridad. Se suele realizar en verano.
En esta palmera sus hojas al envejecer se ponen amarillas y se secan. Al podarlas lo haremos con un corte limpio, sin provocar desgarros. No lo debemos hacer muy pegado al tronco, dejaremos unos 30 cm de hoja, esto ayudará a que la palma mantenga su forma, sosteniendo el nuevo follaje. Nunca cortaremos las frondas verdes, esperaremos a que estén secas. También eliminaremos las hojas sueltas y las que estén muertas, dañadas o enfermas.
No debe permitirse que los podadores suban con garfios en los pies, pues estropean y afean mucho el tronco tan liso que tiene esta palmera, que es una de las cosas que la hacen más ornamental; además al no cicatrizar facilitan la entrada de hongos productores de enfermedades.
Multiplicación: Por semilla es fácil y germinan en cosa de un mes.
Plagas y enfermedades: Es conveniente realizar tratamientos preventivos con fungicidas e insecticidas autorizados para evitar ataques tanto de hongos como de insectos.
En cuanto a enfermedades serán los hongos Fusarium oxysporum, Colletrotrichum gloeosporoides y Graphiola phoenicis, los que la pueden afectar.
En cuanto a plagas, la Araña roja (Tetranychus urticae), la Cochinilla roja (Phoenicococcus marlatti), los Trips, el Barrenador (Mythimna joannisi) y el Taladro (Opogona sacchari).
Usos del Arecastrum romanzoffianum
Por su disponibilidad, crecimiento rápido y su precio asequible hacen de ella una elección cada vez más extendida y es que junto con el Phoenix y la Washingtonia es seguramente la palmera urbana más plantada en el mundo en grupos y alineaciones.
Su fruto es rico en aceites y comestible una vez maduro; pero en verde es algo tóxico. En Sudamérica se comen sus palmitos, y se utilizan sus troncos y hojas para construir cabañas.
Esta palmera nos aporta altura e interés. En la mayoría de los casos por ello se plantan a la vista de todo el mundo, sobre todo en las entradas y en áreas de piscinas.