Cortar ramas sabe cualquiera, podar saben hacerlo unos pocos.
Invierno, es el momento ideal para la poda de los árboles ya que estos están en su reposo vegetativo. En nuestra zona suele ser en el mes de febrero, aunque durante el mes marzo también podemos realizar podas y trabajos de mantenimiento de cara a tener nuestros árboles, arbustos y plantas en las mejores condiciones de cara a la explosiva primavera.
Hace un tiempo se realizaban podas muy drásticas en el mes de noviembre, porque podíamos diferenciar bien el invierno del mes de noviembre al del mes de marzo. En marzo las temperaturas todavía son frescas en la primera quincena y podemos dejar las plantas preparadas para que comiencen su ciclo normal.
Durante el año se realizan varias podas o pinzados de ramas para un mejor crecimiento y desarrollo de las plantas, lo que permite orientar su crecimiento a la par de darle mayor vigor a la estructura. También follajes demasiado densos impiden que la luz llegue de forma uniforme a todas las partes de la planta, lo que hace que se desarrolle de forma desigual. Una buena poda estimula la floración y la fructificación.
Se deben tener los conocimientos adecuados para la poda de las plantas. Por ejemplo la Forsythia, es uno de los arbustos de flor muy común en nuestros jardines que, demasiado a menudo, sufre podas inadecuadas por desconocimiento de sus hábitos de floración. Consecuentemente a ignorar las características propias de cada especie, en el mejor de los casos se pierden la floración por la aplicación de esos criterios equivocados de poda. En otras se somete al ejemplar a una operación de consecuencias irreversibles.
Tipos de herramientas de poda
Antes de efectuar los cortes es preciso elegir las herramientas más adecuadas según el grosor, la altura y la fuerza de las ramas. Hay que efectuar los cortes con herramientas limpias y bien afiladas en el lugar más adecuado, sin desgarros que faciliten mala cicatrización y aparición de enfermedades.
El corte se efectúa por encima del cuello en la base de la rama, a unos centímetros sobre la unión con la otra rama, quedando la yema a una distancia del corte de un centímetro. Cuando las yemas son alternas la incisión deberá ser en diagonal y si las yemas crecen a la misma altura del tallo la efectuaremos recta.
Cuando los ejemplares son lo suficientemente grandes y es necesario trepar a la copa para podar, lo mejor es encomendar la tarea a personal especializado.
- Tijeras de mano: Conocidas también como podaderas, constan de una hoja cortante en forma curva y otra que sirve de apoyo. Están indicadas para las ramas más pequeñas. Las encontramos en dos modalidades: las tijeras de una sola mano que se emplean para podar ramas de unos 20 milímetros de diámetro, y las tijeras de dos manos para el corte de ramas de 30 milímetros o más, cuyos mangos largos ahorran mucho esfuerzo.
- Cuchillos o navajas: Estas se utilizan en ramas gruesas, para rematar el corte que no ha quedado limpio. Su hoja afilada y curva ayuda a un corte preciso y neto.
- Sierras o serruchos: Estos son necesarios para podar ramas gruesas y es fundamental que los dientes estén perfectamente afilados. Los hay de muchas clases en función del tipo de dientes, el cuerpo, el tamaño, la forma de la hoja…
- Con batería: Este tipo de herramientas son una ayuda irrenunciable cuando se trata de cuidar el jardín, el césped y los setos. Son herramientas que no precisan un cable de red por lo que ofrecen libertad de movimiento. Hay un amplio surtido de este tipo de herramientas que reflejan la diversidad de los trabajos en el jardín. Cortacéspedes, cortabordes, aireadores, escarificadores, tijeras cortasetos, desmenuzadoras, sierras de cadena, aspiradores, sopladores…
Tipos de poda
- Poda de formación: Esta se realiza en los primeros años posteriores a la plantación con el objetivo de orientar el crecimiento de la planta o árbol para obtener una estructura de ramas fuertes y bien distribuidas. También sirve por ejemplo, en los frutales, para crear un determinado contorno que favorezca el aumento de la producción y facilite la recolección, como es el cultivo en espaldera.
- Poda de mantenimiento: Cuando la planta o el árbol está bien formado será suficiente con realizar una poda de mantenimiento. Esta consiste en eliminar ramas secas o con riesgo de rotura, tocones, chupones… aclarar la copa con un follaje excesivo y darle forma, etc.
- Desmochado: A veces hay que recurrir a podas drásticas. Esta técnica, conocida como desmochado, consiste en efectuar cortes severos a uno o dos centímetros del tronco principal. Se trata de una poda drástica para devolverle a un árbol su vigor. Cuando un árbol se encuentra en un espacio reducido se suele emplear para controlar su crecimiento, pero ojo, antes de acometer esta poda excepcional hay que saber qué especies la toleran bien y cicatrizan con rapidez.
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