Coloquialmente se le llama Acebo, pero su nombre científico es Ilex aquifolium. También en muchos lugares se le conoce como Cardón o Cardonera. Pertenece a la familia de las Aquifoliaceae y es originario de la zona sur y oeste de Europa, desde donde se extendió hacia el norte de Alemania y Australia.
De sus frutos que maduran en otoño se alimentan aves, roedores y hervíboros. Para conseguirlos deberemos tener un ejemplar de cada sexo, recordemos que es una planta dioica.
El Ilex aquidolium o acebo, desde muy antiguo es utilizado de forma importante en jardinería por la belleza de su follaje y de sus frutos.
Se puede plantar como ejemplar único, aunque también es muy útil en la formación de setos, ya que tolera la poda muy bien, al igual que el boj por lo que encontraremos muchos setos modelados con esta planta.
El acebo junto con el muérdago (Viscum album), se utiliza también como adorno en las casas durante las fechas navideñas. Son dos plantas a las que se les atribuyen poderes mágicos.
La madera es muy apreciada en ebanistería, tornería y marquetería por su dureza. Se la tiñe de negro para imitar a la del ébano.
En la actualidad, es una especie protegida en varios lugares de Europa debido a la depredación salvaje a la que fue sometida con objeto de servir de decoración navideña.
El cultivo del Ilex aquidolium, acebo
Es un arbusto de lento crecimiento que puede superar los 10 metros de altura. Tiene porte piramidal con la copa densa. Existen muchas variedades con diferentes tonalidades de follaje y fruto. La variedad ‘Argenteo Marginata’, con hojas de color verde oscuro con anchos bordes blancos es de las más atractivas y demandadas.
Las hojas del Ilex aquidolium, acebo, son perennes, de forma elíptica, coriáceas, lustrosas, con el borde espinoso. Es una planta dioica por lo que sus flores femeninas y masculinas están en distintos pies. Son pequeñas, blancas y nacen de forma solitaria o en ramillete de las axilas de las hojas.
A sus frutos se les conoce con el nombre de cuquillos o cuco. Son drupas flobosas de un color en un principio verde que se tornan a un color rojo intenso del tamaño de un guisante y son una de las características de este arbusto que más aprecia el consumidor ya que se mantienen durante todo el invierno. Estas drupas contienen unas cuatro semillas.
Guía breve para el cuidado del Ilex aquidolium, acebo:
- Estamos ante una especie que requiere siempre de ambientes húmedos y umbríos, por lo tanto su exposición será en sombra o semisombra, por lo que son ideales para plantar bajo árboles de gran porte.
- Aunque se desarrolla bien en cualquier tipo de suelo, los prefiere ácidos y bien drenados.
- Soporta incluso los climas más secos, aunque le gusta tener una humedad ambiental.
- Tolera el frío, aunque hay que protegerlo en caso de prever una gran helada.
- El riego en épocas calurosas debe ser abundante y en invierno moderado.
- Se abonará con un abono rico en nitrógeno en su época de crecimiento.
- La poda debe realizarse a finales de otoño. La soporta muy bien.
- Lo que tolera mal son los trasplantes.
Plagas y enfermedades del Ilex aquidolium, acebo
Aunque es una planta muy rústica, puede ser atacada por el pulgón y la cochinilla en cuanto a plagas. También los minadores. Insecticidas polivalentes de forma preventiva es la mejor solución para mantener alejadas estas posible plagas.
En cuanto a enfermedades el Fusarium y el Oidium. Un fungicida preventivo nos evitará su aparición.
Curiosidades del Ilex aquidolium, acebo
Para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (actual Navidad) para atraer a la suerte y a la prosperidad. También en algunos países se le atribuyen cualidades mágicas.
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