En nuestro Centro de Jardinería en Valencia Tot en Ú disponemos de un amplio surtido de planteles hortícolas, entre ellos el de Lechuga romana. Aquí describimos cómo cultivar la Lechuga romana partiendo de nuestro plantel.
La Lechuga romana, de nombre científico Lactuca sativa L. var. longifolia, y conocida también con otros nombres como romanita, cos, italiana o escarola. También son populares nombres como «larga», lechuga de «oreja de burro» o lechuga de invierno. Crece con una larga cabeza y posee una hojas robustas, alargadas y con un robusto nervio central. Su principal atractivo con otras lechugas es, que es más tolerante al calor y más resistente a las bajas temperaturas.
Origen de la lechuga romana
De la isla griega de Cos proviene el nombre ‘Cos’, pero la forma del arábica de la palabra ‘lechuga’ sugiere su origen. Se sabe que llegó a Europa debido a las conquistas del Oeste en del Imperio romano, y este es el uso que se hace en muchos países europeos: ‘lattuga romana’ (Italia), ‘laitue romaine’ (Francia) y en inglés ‘Roman lettuce'(Davidson).
Cultivo de la lechuga romana
Debemos lo primero preparar el terreno donde se va a cultivar la Lechuga romana. Hay que allanarlo, nivelarlo para evitar desniveles donde se pueda acumular excesiva agua y a continuación realizaremos los surcos o los caballones, ya que se pueden cultivar tanto en caballón como en llano. Recomendamos una distancia de unos 30 cm. en un caballón de unos 25 cm. de altura entre plantas. También las podemos cultivar en jardineras.
Más que realizar un semillero recomendamos la compra de planteles hortícolas que tenemos todo el año en nuestro Centro de Jardinería Tot en Ú en Valencia, y para ello podemos plantar las lechugas cada 15 o 20 días para tener todo el año. Una vez plantadas las plantas debemos realizar un primer riego abundante para favorecer su arraigue, luego un riego semanal durante unas tres semanas y luego ya dependiendo del clima más espaciados. El riego por goteo es el mejor sistema, evitando la acumulación de agua con lo que las hojas y cuello no estarán encharcados. Se trata de riegos frecuentes pero de poca cantidad.
Temperaturas entre 14º y 18ºC por el día y 5º y 8ºC por la noche serían las ideales en su fase de crecimiento. En cuanto al abonado debemos saber que la mayor parte de los nutrientes son absorvidos en el período de formación del cogollo. Una semana antes de la recolección es preferible no abonar. Precaución también con el exceso de abonos nitrogenados. En la última fase del cultivo debemos atar las lechugas con un elástico o cordón fino, así su interior será más compacto y blanco.
Cuando deseemos recolectar las lechugas será cuando el cogollo está cerrado y compactado, realizando un corte por la base y eliminando las hojas exteriores.
Plagas y enfermedades de la Lechuga romana
En cuanto a enfermedades en la Lechuga romana serán el Mildiu y la Botritys las que pueden afectar a la hoja.
Entre las plagas, la que más afecta a la planta de la Lechuga romana es el Trips que provoca el Virus del bronceado de las hojas. También le atacan el pulgón, los minadores y la mosca blanca.
